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viernes, 11 de septiembre de 2009

EN RECUERDO DE "EL FINI"

Hoy quiero escribir algo sobre todas aquellas personas con las que he compartido jornadas de caza e incluso gran parte de mi vida.
Si por orden doy comienzo no puedo evitar hablar de mi padre, que desde muy pequeño y a pesar de lo que mi madre le dijese, nos llevaba cada vez que el terreno permitía que dos pequeños pudiesen andar un rato sin tener que hacer muchas paradas. Recuerdo perfectamente la primera vez que tire con la escopeta de mi padre, una Reno paralela con la que mas tarde mi hermano y yo seguiríamos la tradición trasmitida, era por la tarde y aquel coto tenia una especie de nave de aperos y una explanada no muy grande, mi padre puso una lata sobre algo para que se pudiese ver un poco mejor, y mientras yo creía que lo hacia todo solo, el, por detrás y en un postura bastante incomoda decía, "cuando estés listo dispara" no recuerdo la edad que tenia y aunque vagamente, me quedan imágenes grabadas que jamás olvidare, pues además di en la lata, entre mi padre y yo, ya que la culata pasaba por debajo de mi sobaco, acabando en el hombro de mi padre.
Aquel día nos acompañaba mi padrino Paco, ahora caza en unos cotos inmejorables junto a otro de los miembros de aquel grupo "El Fini", que por decir la verdad, en teoría allí debía de estar, pero como han pasado 30 o 33 años, hay cosas que no recuerdo muy bien, no recuerdo mucho mas de aquel coto, mas que mi madre nos lavaba las manos una acequia después de merendar con jabón Heno de pravia, (no es publicidad), todo es oler este aroma y retrotraerme a la acequia y mi madre con un toalla secándonos las manos a mis hermanos y a mi.
El Fini, fue el primeo en dejarnos, Dios así lo quiso y con dolor lo pudimos aceptar, era alguien francamente muy particular, tenia un estilo propio y una pasión que con todos compartía, era capaz de vender un frigorífico en pleno polo norte así como de comprar lo que le gustase en precio que nadie lo hacia, tenia un perro por nombre "pecas", nombre que se iba pasando de uno a otro, aunque la verdad sea dicha, el pecas 1º, solo fue uno y nunca mas lo igualo ningún otro, hubo muchos, algunos duraban unos meses, y otros años, pero todos eran pecas, hubo un pequeño intruso, "el titi", el titi era un pointer muy bonito, tan solo tenia un problema, no levantaba del suelo mas de 25-30 cm, "era enano" lo tubo mas de un año y no creció jamás, el titi termina en casa de unos amigos como perro de compañía, algo que el mismo agradecería, ya que el pobre animalico, cuando salía al monte no tardaba ni media hora en estar metido en el chaleco del Fini, era digno de ver, por el bolsillo trasero le sacaba yo la cabeza y las patas de alante por la cremallera izquierda y por la cremallera derecha, las patas de atrás y allí se pasaba la mañana, usaba un diane 6 para ir de caza ya que tenia pasión por los coches, pero había que verlo, estaba esperando que te bajases del coche y acudía con le pañuelo a limpiar el tirador de la puerta y comprobar que estaba limpio, a lo que mi padre le decía "¡¡pero fini, coño!!, jornadas tubo muchas en las que el se quedaba de mano para no tener que andar mucho y me decía tu quédate conmigo que por allí arriba te cuesta mas, el me quería como a un hijo y le gustaba que fuese con el, y me decía es que allí arriba no vas a poder van muy altos, mientras mi padre, mi padrino y alguno mas andaban bajando perdices del monte a las lomas, pero aun así era muy querido, alguien a quien todos lloramos, y alguien a quien he echado mucho de menos, el ultimo coto que tuvimos fue para el descaste y le gustaba que lo recogiese yo para irnos juntos a por los perros y de allí a desayunar un asiático y al coto, hablábamos bastante y lo recuerdo con un cariño enorme no lo recuerdo enfadado, es cierto, no consigo recordar en que momento se enfadase, incluso hasta su ultimo año me dejo coger su coche nuevo, había perdido ese celo algo agobiante con los coches y me hizo conducir su nuevo automático, le costo un pastón, y muchas horas hablando con el vendedor, por lo que supongo que lo compro en muy buen precio, pero me lo dejó, poco después vino la enfermedad y se despidió, hace 18 años que se fue y todavía se me llenan los ojos de emoción cuando lo recuerdo.

Vallan estas torpes palabras en recuerdo de “El Fini”, que Dios lo guarde en su Gloria.

(Habría contado mucho más de ti, pero la emoción no me lo permite, y es posible que alguien se aburriese, la escritura no es lo mio fini.)